Estaba sentado un tanto confuso y con dudas, pensé entonces en ponerme a escribir, no sabia si saldría algo interesante para el lector o solamente palpaba teclas en el monitor, estaba solo, pero solo por el momento, un ruido mantenia mi calma y mi temperatura pero zumbaba en mi cabeza, la hora atentaba a dejarme caer ante la almohada y tú me dejaste con una duda del típico "¿Qué pasa?"; pequeños ruidos externos, recuerdos de ti y de mí, de que en tus sueños estoy, cuidandote; Escritos sin terminar y actos sin hacer, examenes por venir y examenes no aprobados que frustran el camino que hay que seguir, cortes nuevos, nueva persepción de tal belleza que me aterra a perderla, un cariño de un te quiero y un me debes de una espalda, un abrazo con un beso de hoy no dado, que si juego, ¿Qué me gano?, que si te tengo a mi lado ya no pierdo.
Extraño adorno acompañaba aquel regalo, en caja roja con moño blanco, listones perpendiculares, rojos lineas blancas. El gato araño y el bebé tranquilo quedó. La araña trepaba la cama y su nido tejía. El árbol al sonor del aire arruyaba y la luna en el lago se pintaba, ruidos de animales, un buho imitaba, como el camaleón a la piedra se asemejaba, cual el alba tornaba de azul frío a rojo rubi, como si la luz de la mañana poco a poco se acercara hacia la ventana.
Si esta comenzando no lo dejes terminar...
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